Un día uno se inscribe a un taller denominado Conciencia Corporal del cual no se tienen más referencias que aquellas que el par de palabras del título permiten especular.
Una mañana de pronto, uno se encuentra participando en un taller que promete mucho pero sugiere poco: ¿es una trampa? ¿Qué hago aquí?
En un momento de la sesión uno se detiene porque ha descubierto una posible explicación a sus actos. Los míos:
a) Así que no soy un cazador nato; me gusta seducir full time a costa del desgaste que me causa la operación de conquista, me harta la constante tensión entre el sujeto que se resiste a ser objeto; el mío y mi deseo de someter; me canso de vivir alerta por si otros cazadores merodean alrededor.
Pensé que era un seductor con denominación de origen... soy un tipo que se habitúo a salir de caza aunque no fuera temporada de cacería. ¿Soy un cazador tímido al puro estilo spanbahueriano?
b) Sucede que me gusta ser objeto aunque parezca lo contrario: si me miran se satisface mi ego... si debo mirar, seduzco o rechazo... todo depende de la naturaleza del cuerpo que tenga enfrente.
c) Ya sabía que ella no me quería... pero corroborarlo de vez en vez no mengua el dolor de saberlo.
Un día uno se planta frente a sí mismo y descubre en el horizonte, paisajes que no se habían visto.
S-2:
Los bebés no hacen preguntas: yo sólo quiero una respuesta... Me duele el alma.
Mi contacto con el mundo es a través de mis ojos, ¿por qué no puedo ver con mi ojos derecho?.
Aunque estés ahí frente a mí diciéndome te quiero ¡no te creo!.
Ya sé que hay heridas que tardan en sanar... me gusta sentir por toda la piel el hombre que soy.
S-3:
Tengo derecho a ser vulnerable. Me odio cuando actúo como un tirano. Descubro que puedo ser sometido si me tratan bien. La sumisión es una forma de poder.
Yo ejerzo mi NO y no me siento culpable por ello... Ahora sé que a veces acepté un corazón cuando en realidad desebaba tener otro, aquél, el que me era ajeno...
Sigo conservando vicios de la masculinidad hegemónica. ¿Cómo se deja de ser macho?
Esta noche disfruté mucho más mi cuerpo de varón.
Vivo la plenitud de habitar y ser habitado en un corazón amantísimo.
Luego el sueño... sí, ya sé que omití ayudar a alguien... pero si no quería hacerlo ¿soy culpable por ello? Yo sé dónde está el muerto pero yo no lo maté.
S-4:
Mi estado es: postorgásmico adolescentario: hoy viví mi primera vez...
Me encanta el sexo. Nunca dí amor a cambio de sexo ni viceversa. Di sexo por sexo. Yo jamás acepté un corazón ni di mi cuerpo si no fue porque quise hacerlo.
El placer para mí cuerpo es su aire...
S-5:
Enfrenté la vulnerabilidad de mi condición de hombre. No está tan mal... pero no me agrada. Prefiero mi fortaleza. Mi corazón siempre es mío. Gritar ayuda, callar, puede trasnformar.
Me gusta seducir. Se me da mejor que pelear. Miro el mundo de frente.
