MASCULINIDADES EN RESISTENCIA

We're here. We're queer. Get used to it.

miércoles, 20 de mayo de 2009

New Mestizo-2

Hay lecturas que nos redireccionan la existencia, Borderlands, por ejemplo, de Gloria Anzaldúa, fallecida el 15 de mayo de 2004, pero viva en el activismo de muchas y muchos, me remite a mi propia condición de sujeto mixterizado, homogéneo. Aleación de genes arábigos y aztecas: mexica.
El odio y la aceptación en un solo punto. Soy el no-soy. El a veces eres. El depende de. Inscrito en los paradigmas institucionales mi acta refiere… mestizo. Mezclado. El no puro. Contaminado. Pero la fusión de dos sustancias puede dar un tercer elemento, reloaded, en tanto que es la suma de las propiedades de los otros. En la aleación no siempre hay pérdida: nací con lo peor de las dos sangres y las superé.

Me hice fuerte en la debilidad e inmune en la contaminación de mis partículas. Otro. Yo mismo. Ajeno a ambos mundos: muy prieto para uno, muy listo para el otro. Me nombraron raro. Y la exclusión fue mi lugar, primero obligatorio, luego voluntario; mi locus amenus. Mi diferencia, mi orgullo. Yo soy mi propia marca. El referente que no establece precedentes. De nadie. El más mío.

El silencio de mi nombre me mantiene presente entre quienes desean borrarme. Ningún artilugio me ha destruido; he sobrevivido a muchas batallas. Resistencia: la peste no puede acabar con la peste.

Tengo vida propia en un universo propio. Mi cosmogonía apestada mantiene a raya toda intrusión. En la cartografía gay uno decide a quién quiere como visitante o familia. Gueto dentro del gueto. Singularidad. Mis colindancias afectivas las trazo o elimino yo, que me he hecho con mi soledad y con ello torpedo a mis posibles agresores.

Llorar a solas enseña a hacerlo con uno mismo. Me hice el amor en el piso tantas veces con furia y con relativa paz. Fui isla de otras geografías. Barco encallado en mares ajenos. Pero siempre mío y mío. Irreversible.

Aprendí otros lenguajes para trepar por la Babel institucional: he sido diplomático, no hipócrita. El new mestizo no tiene una lengua, posee muchas. También silencios. Muchos.

El new mestizo vive tantas vidas puede para mantener a resguardo la propia, la más suya.

Ser mestizo es ser un poco de muchos. Tener en el cuerpo variantes de un mismo genoma. Así se compensa el no ser homogéneo, si se quiere ver así. La otra es creerse hecho de arenas de múltiples orillas mezclado con agua de muchos océanos. No poseer una raíz única posibilita el trasplante, aunque haya que cargar, muchas veces, con más añoranzas.

Pero también uno elige sus tristezas para mercar con ellas; en la transacción diaria de los sentimientos la melancolía cotiza a la alza. A un mestizo le sobra dolor. Heridas. Lágrimas. En la gramática del cuerpo del new mestizo no existe el punto y aparte.

Por eso el new mestizo es un cuerpo errante, un vector que sabe de dónde partió pero que ignora su destino. No puede volver porque se desdibujaría. El new mestizo ejemplifica la fugacidad del sujeto. La imposibilidad del retorno. Uno es su casa, su guarida y el andén.

México, D.F., miércoles 20 de mayo de 2009

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