
Cuando el sujeto se declara raro es porque ha cobrado conciencia de que múltiples planos lo atraviezan, y ha descubierto un algo que lo hace diferente a los otros.
Al enunciarse de este modo, declara su guerra de independencia contra la norma colonizadora que lo ha reducido a un cuerpo supliciado.
En un grito, en un silencio, en cualquier gesto crítico que consigue llevar a cabo, emprende la lucha por su resignificación: nace de nuevo.
viernes 23 de octubre de 2009
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